Seleccione su idioma
Aunque ella se olvide, yo no te olvido (Is 49, 14-15). Sólo en Dios descansa mi alma (Sal 62). Servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. No juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor (1 Co 4, 1-5). No podéis servir a Dios y al dinero (Mt 6, 24-34).