En el principio era la palabra
 

ESCANDALO DE LOS PEQUEÑOS  

La pederastia clerical  


maciel1. Corren malos tiempos para la Iglesia Católica por los escándalos masivos de pederastia clerical. En febrero de 2004, un informe del Colegio John Jay de Justicia Criminal señalaba que en Estados Unidos, entre 1950 y 2002, 4.392 sacerdotes estuvieron implicados en abusos de menores: entre el 4% y el 4'3 % de los sacerdotes. En mayo de 2009 se dio a conocer el escándalo de Irlanda, ocurrido entre los años 1950-1980. Tras casi 10 años de trabajo, una comisión de investigación formada para esclarecer los abusos físicos y sexuales sobre 25.000 niños informa que más de 400 religiosos y un centenar de seglares han sido acusados por las víctimas. A estos se suman los escándalos de Australia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y otros países. El caso de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, es especialmente grave y notorio. En la foto aparece con Juan Pablo II en su último encuentro (30-11-2004).
2. Marcial Maciel Degollado nació en Cotija (Michoacán, México) el 10 de marzo de 1920. Hijo de Francisco y de Maura, es sobrino de varios generales cristeros y de cuatro obispos. El sacerdote Rogelio Orozco, que participó en la fundación de los Legionarios y que estuvo cinco años dentro, tenía unos diez años cuando conoció a Maciel, que entonces tenía quince. Afirma lo siguiente: "Sabíamos de los azotes que le daban algunos de sus hermanos. El que más lo golpeaba era Francisco, pero también Alfonso, porque no hacía las cosas bien, según ellos. Era como el mozo. Lo mandaban a cuidar los marranos y decían que para eso había nacido. Nos acompañábamos en las labores del rancho. Todo el pueblo hablaba del maltrato que le daban en su casa" (F.M.González, Marcial Maciel. Los Legionarios de Cristo: testimonios y documentos inéditos, Tusquets, Barcelona, 2010, 65-66; en adelante, FMG). Alejandro Espinosa, que fue legionario y denunció abusos por parte de Maciel, afirma que éste, de niño, "fue sorprendido muchas veces mientras disfrutaba de juegos sexuales con niños, no con niñas, por lo que era castigado invariablemente" (J. Martínez de Velasco, Los documentos secretos de los Legionarios de Cristo, Ed. B, Barcelona, 2004, 13; en adelante, JMV).
3. A mediados de 1936 Maciel va al seminario que dirige su tío Rafael, obispo de Veracruz, en la ciudad de México. Siendo todavía seminarista, intenta fundar una congregación con cuatro chavales. Dice Rogelio Orozco: "El 4 de mayo (de 1938) nos llevó a la capital a cuatro chamaquitos. Nos colocó en casa de unas señoras grandes, y empezaron las quejas con el tío. El 5 de junio, las viejitas que nos tenían fueron a quejarse con él. Nos dejaron en la planta baja y subieron a verlo. Sólo oíamos el lenguaje gachupín del obispo y los gritos desaforados que pegaba. ¡Cómo un seminarista estaba haciendo esto! Al día siguiente, apareció en el periódico que se había muerto el obispo. Entonces Maciel buscó a su tío Antonio, obispo de Chihuahua, que lo mandó al seminario de Montezuma" (FMG, 73).  
4. Terminado el primer curso, Maciel visita a su tío Antonio y éste lo recibe muy molesto, diciéndole que "si continuaba con su propósito de fundar una congregación, le retiraría su apoyo y no podría volver a Montezuma". Eso sucede el 17 de junio de 1940. Entonces Maciel recurre a Francisco González Arias, obispo de Cuernavaca, también emparentado con su familia, aunque en grado más lejano. Este le asigna profesores particulares para que continúe sus estudios eclesiásticos y le pone como condición que consiga la solvencia económica para el grupo que quería fundar. El 3 de enero de 1941 empieza la (Escuela) "Apostólica Misional", nombre que pone Maciel al grupo en ese momento. Natalia Retes puso a su disposición los sótanos de su casa, en la calle Turín 39, en la ciudad de México: "trece jóvenes guiados por un seminarista de veinte años, estudiante de teología" (FMG, 79 y 89). Un sacerdote era rector.
5. Primer abuso constatado (1944). Estando en la casa de Tlalpan, dice uno de los niños cofundadores (AB), "me invitaba a ir a México - no sé a los demás, me consta lo mío - a la casa de Talita Retes. Dormíamos en la misma cama, pudiendo dormir cada quien en su cama, porque había un catre y la cama principal. Me decía: No, véngase a dormir acá. Ahí fue la primera vez que tuve el contacto ese de que me cogía la mano para que lo masturbara. Yo asustadísimo, tremendamente asustado" (FMG, 93).
6. Luis Ferreira, que fue vicario general de los Legionarios, informa en una carta dirigida al vicario general de la arquidiócesis de México, Francisco Orozco Lomeli, con fecha 23 de agosto de 1956: "Ya en los primeros años de mi colaboración en la obra del padre Maciel se me presentó un hermano apostólico con inquietudes de conciencia por ciertas maneras de tratarlo el padre Maciel cuando dicho padre se encontraba enfermo. Concretamente el muchacho se refería a tactos impúdicos. Aquel muchacho es hoy religioso de votos perpetuos en el Instituto", "lo mismo que este hermano me refirió le ocurrió a un hermano carnal de él", lo que le llevó a dejar la congregación. Estos hechos llegaron a conocimiento de González Arias, obispo de Cuernavaca, "que patrocinaba la Obra y que estuvo casi decidido a extinguir la Obra naciente". El obispo ordenó sacerdote a su sobrino el 26 de noviembre de 1944. Escribe también Luis Ferreira: "Por todos los efectos que he estado observando en el transcurso de estos últimos seis años, me parece que ya desde entonces el P. Maciel se aplicaba inyecciones estupefacientes de Dolantina, Sedol y Demerol" (FMG, 95-98, 449-450).
7. En sus memorias, Jesús Degollado Guízar, que fue general en jefe de los cristeros y tío de Maciel , alude al obispo Francisco González Arias como miembro de la sociedad secreta "Unión de Católicos Mexicanos". Esta organización fue clave en el conflicto armado (1926-1929) conocido como "revolución cristera" (FMG, 86).
8. La formación de Maciel fue bastante deficiente. Federico Domínguez, que fue su secretario de 1948 a 1952 y que, por tanto, le escribía las cartas, señala que tenía una pésima ortografía. Rogelio Orozco afirma que un profesor que había estudiado en la Gregoriana y no se ordenó (tenía un problema de bebida) "era el que le daba las clases de teología a Maciel, el cual ni siquiera había comenzado la filosofía" (FMG, 102).
9. En octubre de 1946 Maciel llega a la Universidad Pontificia de Comillas (Santander) con 34 seminaristas. La aprobación canónica de los "Misioneros del Sagrado Corazón y de la Virgen de los Dolores", nombre oficial de la congregación, se produce en 1948. Hasta entonces es "una extensión del seminario menor de la diócesis de Cuernavaca" (JMV,139). La génesis del movimiento "Regnum Christi" empieza a fraguarse en 1949.
10. Francisco Montes de Oca, que durante un tiempo dio clases en México a los seminaristas de la congregación, afirma lo siguiente: "Cuando estaba con Maciel, yo le dije lo del nombre. Le dije: ¿Por qué no los llama legionarios? Y Maciel me preguntó: ¿Del Papa? Yo le respondí: ¿Por qué del Papa? Más arriba, de Cristo". Había también una connotación política: "Porque en España los legionarios fueron los más valientes en la guerra". Incluso en la posguerra diversos testigos (Alejandro Espinosa, José Barba y Francisco González Parga, entre otros) hablan del saludo nazi "Heil Christus" que hacían algunos discípulos, incluido el fundador de la Legión. Dice Montes de Oca: "El gobierno franquista estaba aislado y un grupo de estudiantes de México le convenía" (FMG, 103 y 130).
11. El ministro español de Asuntos Exteriores, Alberto Martín Artajo, recibió a Maciel, le ofreció becas y le "prometió su ayuda para trasladarse a Roma con el fin de que el Papa (Pío XII) aprobara la institución". Además, la familia Oriol fue "uno de los apoyos más importantes". Junto al apoyo financiero, esto "le permitió acceder y conocer a muchas de las más notables y ricas familias españolas" (J. Martínez de Velasco, Los legionarios de Cristo. El nuevo ejército del Papa, La esfera de los libros, Madrid, 2002, 38-39 y 250). El cardenal Nicola Canali arregló a Maciel una cita con el cardenal Giuseppe Pizzardo, prefecto de la Congregación de Seminarios y Universidades, el cual le dio "una nota de aprecio y de recomendación" que le había pedido el ministro español de Asuntos Exteriores (JMV, 136-137).
12. Según José Barba, un artículo de las Constituciones indica el "aspecto agraciado y atractivo" que han de tener los candidatos a la Legión. Fernando Pérez Olvera, antiguo miembro de la Legión, afirma: "En Comillas tuve la primera noticia de algo (pero) en ese momento no sospeché nada. Me dijo Antonio Alcalá: Oye ¿no te ha llamado el padre Maciel para que le sobes el estómago? Le respondí que no. Pero pensé que sería feliz de que me llamara, porque todos procurábamos llamar la atención de Maciel. En Cóbreces empecé a notar algo. Cuando fuimos a Francia a los votos de los novicios, vi que se formaban parejitas y se tocaban en el camión de una manera que no estaba permitida. Por ejemplo, uno se acostaba en las piernas del otro, etc" (FMG, 130 y 139).
13. Fernando Pérez afirma que en 1949, estando en Cóbreces, el sacerdote Luis Ferreira abusó de él: "Me fui a confesar y me sentó en su pierna izquierda, y le dije que había tenido tocamientos y, de pronto, me agarró el pene", "cuando salí de la Legión, fui a confesarme de nuevo con él a Tlalpan... le dije que me había masturbado. Ahí sí, me desabrochó la bragueta y me manipuló, y luego de nueva cuenta me dio la absolución" (FMG, 149).
14. En octubre de 1952 Maciel traslada el centro vocacional (seminario menor) de Cóbreces a Ontaneda, también en la provincia de Santander. Ontaneda ha tenido diversas etapas en los casos de abusos sexuales a menores (1970, 1982, 1991): "El periodo más fuerte fueron los años 81-82 donde prácticamente tuvieron que vaciar entero el centro", dice el chileno Patricio Cerda, que fue Legionario. A finales de la década de los 80 y principios de los 90, el padre Patricio, prefecto del centro, tuvo que afrontar la cruda realidad: "el seminario prácticamente se había convertido en una casa de mancebía donde los apostólicos eran objeto de prácticas pederastas por parte de algunos de sus responsables y formadores" (JMV, 217).
15. La disciplina es férrea; la obediencia, ciega: "El secreto está en el esfuerzo por despersonalizarse practicando en todo los criterios de la Legión y las normas del fundador. Su humildad y su obediencia las va premiando el Señor con creces" (Carta de Maciel nº 232, 24 de octubre de 1954). Dentro de la Legión, impera la uniformidad: "Procuren cultivar la uniformidad, tanto interna: en criterio y voluntad, como externa: en el modo de vestir, de celebrar la Eucaristía, etc." (Constituciones, nº 265). El control es total: "El Rector o Superior del Centro, u otro religioso designado por él, revise todas las cartas y entregue las que juzgue oportuno" (ib.,nº 383,1; JMV, 111-112;118 y 150).
16. La imagen que daba Maciel le hacía "parecer un santo" (Flora Garza). Contribuía a ello su manera devota de oficiar misa y caer en éxtasis durante la consagración: "parecía que se colgaba de la hostia", decían algunos. "Todas las instancias vaticanas integristas, los cardenales y los alineados a la derecha o ultraderecha lo veían con una enorme admiración. También los grandes magnates mexicanos...Ahí se concentraban los esfuerzos de la obra. Cuando llegaban a Roma había que recibirlos, sacarlos y llevarlos a una audiencia con el Papa" (FMG, 187 y 198).
17. El 24 de agosto de 1954, Federico Domínguez informa a Francisco Orozco, vicario general de la arquidiócesis de México: "A sabiendas (porque puedo asegurar que varios doctores le han advertido de ello) de las graves consecuencias psicológicas y orgánicas que el hecho entraña, el padre Maciel en sus enfermedades se aplica (y muy frecuentemente, a lo que se puede conjeturar) inyecciones que contienen estupefacientes, inyecciones que se consiguen donde sea, al precio que sea y por los medios que sea".
18. Una carta dirigida a la Congregación de Religiosos, firmada por el franciscano Callisto Lopinot, a finales de enero de 1956, se refiere a la adicción de Maciel. Un médico católico practicante "declara que este sacerdote es morfinómano, y que ha tenido una fuerte crisis como efecto de la morfina que ha tomado y que sigue tratando de conseguirla para sí". Según un documento posterior (28 de marzo de 1962) se trata del doctor Walter Behrens, residente en Roma, Vía Chiana 93 (FMG, 227 y 230). El 11 de octubre de 1956, el Vaticano abrió un interrogatorio. Los interrogados estaban aleccionados: los visitadores del Vaticano "no venían con buenas intenciones" (FMG, 272). Entre los suyos, Maciel justificaba sus abusos con una supuesta dolencia, una "retención de semen". Decía tener dispensa de Pío XII para "aliviarse".
19. El cardenal Valerio Valeri, prefecto de la Congregación de Religiosos, encontró a Maciel "aún babeante por la sobredosis de morfina en el hospital Salvator Mundi de Roma" (JMV, 27). El 21 de septiembre de 1956, el cardenal pide a la Secretaría de Estado reenviar a la Delegación Apostólica de México "la suspensión del padre Maciel como superior general, y la orden de que se retire para curarse en una clínica, sugiriendo que el padre Ferreira asuma el cargo". Poco después, con fecha 3 de octubre, Maciel escribe al cardenal Valeri: "Mis condiciones de salud son, gracias a Dios, del todo satisfactorias como se puede comprobar por el certificado médico extendido, después de un minucioso y detallado examen clínico, por el profesor doctor Ricardo Galeazzi Lisi, arquíatra pontificio, que me permito adjuntar a la presente", "por lo mismo; las informaciones recibidas por esa Sagrada Congregación no son otra cosa que una calumniosa acusación" (FMG, 253).
20. Manuel Castro Pérez, vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de San Sebastián, le envía al secretario de la Congregación de Religiosos un informe pormenorizado de los hechos ocurridos entre el 18 y el 23 de marzo de 1962. El mal de Maciel, presentado como "cólico nefrítico", para Manuel Castro era una adicción galopante que no se detenía ante nada. El obispo de San Sebastián comunicó confidencialmente al secretario del cardenal Gaetano Cicognani que el padre Maciel "había dado un grave espectáculo en el Hotel Continental. El señor obispo recibió una comunicación telefónica del auditor asesor de la nunciatura apostólica de Madrid, que le refiere que el padre Maciel se encuentra en gravísima dificultad con la policía de San Sebastián: el auditor le rogaba al obispo de dar incondicionalmente su apoyo al padre Maciel, tratándose de un excelente religioso a fin de que éste pueda dejar España", "su excelencia quedó muy impresionado de la oferta de una suma elevadísima (70.000 duros) por parte del padre Maciel para hacer callar a la policía española". La Congregación de Religiosos, que promueve una apertura del caso Maciel, no puede proceder más allá "por motivo de recomendaciones e intervenciones de altas personalidades" (FMG, 350 y 357).
21. Con fecha 20 de octubre de 1976 Juan José Vaca reprocha por carta a Maciel el "daño incalculablemente grave" que causó a "tantos jóvenes y adolescentes". Cita nombres y apellidos de veinte personas que sufrieron como él los mismos abusos: "Agravándose más y más sus abusos contra nosotros, pasé mis dos años de noviciado, mis dos años de juniorado, mis tres años de filosofía, los tres primeros de mi teología" (FMG, 476-477).
22. El 23 de febrero de 1997, en el diario de Connecticut "The Hartford Courant", nueve antiguos miembros de la Legión dicen haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de Maciel. Son éstos: José Barba Martín, Arturo Jurado Guzmán, José Antonio Pérez Olvera, Alejandro Espinosa Alcalá, Juan José Vaca Rodríguez, Saúl Barrales Arellano, Fernando Pérez Olvera, Félix Alarcón Hoyos y Juan Manuel Fernández Amenábar, que denunció a Maciel antes de morir en 1995. Todos ellos aseguran que "a finales de los años 40, en los 50 y a comienzos de los 60, especialmente en la etapa en que eran adolescentes y permanecieron internados en seminarios de España e Italia bajo la tutela de Maciel, fueron sometidos por éste a diversos abusos sexuales" (A.Torres, La prodigiosa aventura de los Legionarios de Cristo, Foca, Madrid, 2001, 270; JMV, Los legionarios de Cristo, 317-318). Los acusadores sostienen que "entre los años cuarenta y al menos hasta el final de los años sesenta, Maciel abusó sexualmente de otros 30 chicos" (JMV, Los legionarios de Cristo, 336).
23. Nada más tener noticia de las acusaciones realizadas contra él, Maciel envía un desmentido al director del diario: "No sé qué les condujo a hacer estas acusaciones totalmente falsas a veinte, treinta o cuarenta años de sucedidos los supuestos hechos. Estoy sorprendido, porque aún conservo cartas de algunos de ellos, escritas en la década de los setenta, en las cuales me expresan su gratitud y amistad. A pesar del dolor moral sufrido, no les deseo mal. Rezo para que recuperen la paz y borren de sus corazones cualquier resentimiento que les haya movido a lanzar esas falsedades".
24. Las víctimas "decidieron hacer públicas sus denuncias, cansados de ver cómo Juan Pablo II en lugar de abrir una investigación en el ámbito canónico para averiguar la veracidad de sus denuncias, lo que hacía era encumbrar cada vez más al fundador de la Legión, bendiciéndole públicamente como padre espiritual y guía eficaz de la juventud" (5-12-1994; AT, 269). El asunto llegó al cardenal Ratzinger, que recibió dos denuncias: una firmada por ocho antiguos miembros de la Legión y presentada el 17 de octubre de 1998 por el canonista de la Arquidiócesis de México, Antonio Roqueñí, a la canonista acreditada por el Vaticano, Martha Wegan; la otra, presentada en 1999 a través del obispo Carlos Talavera, de parte del sacerdote Alberto Athié, que se había comprometido con Juan Manuel Fernández Amenábar, ya fallecido, a entregar su testimonio a Ratzinger. El cardenal le dijo al obispo Talavera que "no consideraba prudente abrir el caso porque el acusado era una persona muy querida del Santo Padre y había ayudado mucho a la Iglesia". Por su parte, Martha Wegan informa a los denunciantes: "Señores, me indicaron que el asunto era muy delicado y está retenido por ahora, lo que significa que el asunto dilataría indefinidamente" (FMG,420).
25. El 18 de mayo de 2001 el cardenal Ratzinger publicó el Decreto sobre los delitos más graves, eliminando la no prescripción del delito "absolución del cómplice" (c. 1378). Al hacerlo, neutralizaba la denuncia presentada contra Maciel, basada precisamente en dicho delito cometido desde mediados de los cuarenta. El 21 de abril de 2004, con la mediación del cardenal chileno Jorge Medina Estévez, el ex legionario chileno Patricio Cerda entrega al cardenal Ratzinger un dossier con denuncias. Este le promete "tomar cartas en el asunto". El 30 de noviembre de 2004 Juan Pablo II celebra de manera solemne el sesenta aniversario de la ordenación sacerdotal de Maciel. En enero de 2005 Maciel es reelegido superior general, pero renuncia. Le sustituye Alvaro Corcuera, que lo interpreta como un acto de "inmensa humildad, prudencia y sabiduría" de Maciel. Con fecha 19 de mayo de 2006, la Congregación para la Doctrina de la Fe "decidió, teniendo en cuenta la edad avanzada del padre Maciel, renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El santo padre ha aprobado estas decisiones". No se mencionan los delitos de los que se acusa a Maciel. Además, se da la impresión de que las acusaciones llegaron demasiado tarde (FMG, 421-424; JMV, 309).
26. La historia de la pederastia en la Legión de Cristo no se agota en los abusos de Maciel hacia un grupo de muchachos violentados hace más de cincuenta años, sino que produjo efectos dentro de su propia institución con redes de pederastia que incluso involucraron a alumnos de sus colegios, como sucedió en el Instituto Cumbres de México, en 1970 y 1983, y en el Instituto Cumbres de Cancún, en 1991 (FMG, 417). Maciel muere en Florida (EE UU), el 30 de enero de 2008. Su madre "se encuentra actualmente en proceso de beatificación". Su tío Rafael fue canonizado por Juan Pablo II (J. Rubio, Tolerancia cero. La cruzada de Benedicto XVI contra la pederastia en la Iglesia, DDB, Bilbao, 2010, 123-124). Son muchos los que esperan que llegue "el día del juicio" para el fundador de los Legionarios, pero "lo quieren aquí en la Tierra", "ese juicio terrenal podría estar cerca, si se consigue acabar con los apoyos con los que Maciel cuenta en el Vaticano" (JMV, 302).
27. En febrero de 2009 el diario "New York Times" confirma que Maciel tuvo relación con la mexicana Norma Hilda Baños, con quien tuvo una hija, Norma Hilda Rivas. Viven en Madrid. Es la familia de Maciel en España. El 5 de abril el Papa ordena una visita apostólica de cinco obispos (entre ellos, Ricardo Blázquez) a los centros de la Legión. El 3 de marzo de 2010, en el programa "Noticias MVS", la periodista mexicana Carmen Aristegui entrevista a Blanca Estela Lara Gutiérrez y sus hijos Omar, Raúl y Cristian González Lara. El primero, adoptado por Maciel, es hijo de un matrimonio anterior. Los otros dos son hijos de Maciel. Blanca Lara y sus hijos se enteraron de la identidad de Maciel en 1997, cuando vieron su fotografía en la portada de la revista "Contenido". En la entrevista Omar y Raúl narran los abusos sexuales que realizó su padre contra ellos a lo largo de 8 años. Le conocían como José Rivas o José González, agente de la CIA o detective privado.
28. El 1 de mayo de 2010, tras la visita apostólica de los cinco obispos a los centros de la Legión, el Vaticano emite un comunicado. La conducta de Maciel "ha causado serias consecuencias en la vida y en la estructura de la Legión, hasta el punto de hacer necesario un camino de profunda revisión", "los comportamientos gravísimos y objetivamente inmorales del P. Maciel, confirmados por testimonios incontestables, representan a veces auténticos delitos y revelan una vida carente de escrúpulos y de verdadero sentimiento religioso". El comunicado recoge "la necesidad de revisar el ejercicio de la autoridad, que debe estar unida a la verdad". El 9 de julio, Velasio de Paolis, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos, es nombrado delegado pontificio para los Legionarios.
29. Carmen Aristegui, autora del libro "Marcial Maciel, historia de un criminal", comenta: "Los hijos cuentan cómo fueron abusados y como les compró el silencio". Explica "cómo Maciel sacaba el dinero para mantenerlos, como fue teniendo un patrimonio millonario entre España y México, de esta fábrica de dinero que son los Colegios, las Universidades, los Seminarios. Colocó a sus familias en el 10% de la población más rica de estos dos países. Educar a los ricos es muy productivo y él lo sabía mejor que nadie" (Redes Cristianas, 18-12-2010).
30. ¿Cómo juzgar el abuso de menores a la luz del Evangelio? El pasaje del escándalo de los pequeños es pertinente y aplicable. Las palabras de Jesús son durísimas: "Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar" (Mt 18,6).
31. El delito de la pederastia se da en la Iglesia Católica con unas proporciones que no se dan en otras confesiones cristianas ni tampoco en las primeras comunidades. Más allá de la responsabilidad personal de cada caso cabe preguntarse: ¿es un defecto de fábrica?, ¿tiene que ver con el celibato obligatorio?, ¿está en cuestión el modelo sacerdotal?, ¿está en cuestión el modelo eclesial? En los primeros tiempos no había seminarios, había comunidades. En ellas se daba una pluralidad de carismas; entre ellos, el de dirección (1 Co 12,28). "No os falta ningún don" (1,7), dice Pablo a la comunidad de Corinto. Dice también "En cuanto al celibato, no tengo mandato del Señor" (7,25). Es una de las grandes inspiraciones conciliares: hay que volver a las fuentes.

* Diálogo: sobre la pederastia clerical
- ¿qué significan los escándalos masivos de pederastia clerical?, ¿se dan en otras confesiones cristianas?, ¿se dan en las primeras comunidades?
- el caso de Maciel es especialmente grave y notorio
- ¿cuántos seminaristas menores fueron víctimas de sus abusos?
- ¿fue morfinómano?
- ¿tuvo dos familias?
- ¿abusó de sus propios hijos?
- ¿sus métodos de formación son un lavado de cerebro?
- ¿qué sucede con la organización fundada por él?
- ¿quiénes ocultaron sus delitos durante más de 50 años?
- ¿qué responsabilidad tuvo Juan Pablo II, su protector?
- ¿hubo encubrimiento?
- ¿el día del juicio es ya ahora?
- las palabras de Jesús sobre el escándalo de los pequeños son pertinentes y aplicables
- más allá de la responsabilidad personal de cada caso, ¿hay un defecto de fábrica?, ¿tiene que ver con el celibato obligatorio?, ¿está en cuestión el modelo sacerdotal?, ¿está en cuestión el modelo eclesial?