El Vaticano se desvincula de las llamadas personales del Papa después que saliera a la luz la historia de una divorciada a la que dijo que podía comulgar. Según el portavoz vaticano, las llamadas personales del Papa “no tienen confirmación alguna de fiabilidad”, “son fuente de malentendidos y confusión” y “no tienen consecuencia sobre el magisterio de la Iglesia Católica”. Sin embargo, se supone que la llamada personal del Papa (en este caso) esté de acuerdo con la posición de Jesús sobre el matrimonio (por ejemplo: Lc 16,18). Si no fuera así, de ahí vendría la mayor y la peor confusión. Y el Papa ¿no tiene nada que decir?