En el principio era la palabra
 

EL SUEÑO DE JACOB
Nuevo proyecto de la Fundación Betesda

La Fundación Betesda coloca la primera piedra de su nuevo proyecto para discapacitados intelectuales, que consiste en un Centro de Recursos y Atención Diurna con 94 plazas y una Residencia con 52. El proyecto se sitúa en el número 27 de la Gran Vía de Hortaleza, en suelo cedido por el Ayuntamiento de Madrid dentro de su programa de Suelo Solidario. La gestión corre a cargo de Larcovi. La empresa constructora es Acciona.

En plena época de crisis económica y de destrucción de empleo, el nuevo proyecto supone la creación de 50 puestos de trabajo, que se suman a los 47 ya existentes en la Fundación Betesda (Centro Belisana y tres pisos tutelados).

Evocamos el camino recorrido, los hitos del nuevo proyecto:
* Anuncio del Ayuntamiento: concurso público de Suelo Solidario (15-6-2007).
* Solicitud del suelo por parte de la Fundación (25-7-2007).
* Adjudicación del suelo a la Fundación por parte del Ayuntamiento (21-12-2007).
* Licencia de obras (2-10-2009).
* Firma del convenio entre Caja Madrid y la Fundación (9-3-2010).

El 9 de marzo de 2010 se firmó el convenio de colaboración entre Caja Madrid y la Fundación Betesda, que hace posible la financiación de las obras: incluye subvención de la Obra Social y préstamo al promotor. Llama la atención que el convenio se firmara en el aniversario de Jesús Otero, promotor de la Fundación y miembro de la Comunidad de Ayala, que en medio de su enfermedad soñó con el nuevo proyecto.

Las dificultades superadas han sido muchas. Recordamos aquel día (7 de julio de 2007) en que nos desbordaban los números del nuevo proyecto, el sueño de Enrique en medio del suelo (el día 8) y el pasaje del sueño de Jacob que se leía en todas las iglesias (el día 9). Decía lo siguiente:

Jacob salió de Berseba en dirección a Jarán. Acertó a llegar a un lugar. Como se había puesto el sol, se quedó allí a pasar la noche. Cogió allí mismo una piedra, se la puso por cabezal y se echó a dormir. Tuvo un sueño. Vio una escalera, una escalinata como un templo, que se apoyaba en la tierra y con la cima tocaba el cielo. Mensajeros de Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba allí, en lo alto. La voz del sueño decía: "La tierra donde estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia".
¡No hace falta decir el extraordinario impulso que nos dio!
Jacob se levantó de madrugada, tomó la piedra que le había servido de cabezal, la levantó como estela y aquella piedra se convirtió en "casa de Dios" (Gn 28, 10-22).

Esta tarde, al colocar la primera piedra del nuevo proyecto, podemos reposar la cabeza y soñar. Podemos contemplar una escalera que se apoya en la tierra y con la cima toca el cielo. Podemos decir como Jacob: "El Señor está aquí y yo no lo sabía". Podemos ver mensajeros de Dios que suben y bajan, personas e instituciones que hacen posible el cumplimiento de un sueño: un suelo, una piedra, una casa de Dios.

Madrid, 4 de mayo de 2010
Jesús López Sáez