En el principio era la palabra
 

EL SECRETO DE FATIMA

1. El 13 de mayo de 2000, en Fátima, Juan Pablo II ha dado a conocer el llamado "tercer secreto": "un obispo vestido de blanco" que reza por todos los fieles "cae a tierra como muerto, bajo los disparos de arma de fuego". Dijo el cardenal Sodano, secretario de Estado del Vaticano: "El obispo vestido de blanco que ora por todos es el Papa. También él, caminando con fatiga hacia la cruz cayó a tierra como muerto, bajo los disparos de arma de fuego. Tras el atentado del 13 de mayo de 1981 a Su Santidad le pareció claro que una mano materna había guiado la trayectoria de la bala, permitiendo al Papa agonizante detenerse a las puertas de la muerte".

2. Las reacciones críticas no se han hecho esperar: se ha asistido "a la auto-santificación de Juan Pablo II" (1), no se cuestiona la legitimidad de una lectura religiosa de los acontecimientos históricos, sino "la identificación de esta lectura religiosa con la apoteosis biográfica de este Papa" (2), muchos creyentes (como Manuel de Unciti, sacerdote y periodista) sienten "pena y vergüenza, ajena y propia" ante el espectáculo dado en Fátima (3). Se necesita un adecuado discernimiento.

3. El teólogo E. Dhanis, que en los años sesenta fue Rector de la Universidad Gregoriana de Roma, se mostró en su momento crítico con los escritos de sor Lucía: son "tardíos" (los entrega en los años cuarenta al obispo de Leiría), se añaden cosas en los años posteriores, son "hechos sensacionales y vinculados a la situación política" (consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, conversión de Rusia), el tercer secreto no se conoce y desencadena "hipótesis en todas las direcciones" (4), las visiones previas del ángel (1916) son una "vulgar alucinación" (5).

4. Los niños videntes incluso quedan privados del "uso de los sentidos corporales" (6). Lucía tiene 10 años; Francisco, 8; Jacinta, 7. No van a la escuela y cuidan ovejas. Es muy posible que la alimentación sea mala, lo que se agrava con privaciones y ayunos (7). San Ignacio aconsejaba a los jesuitas que se alimentaran bien, así tendrían menos visiones. El 13 de mayo de 1917 es domingo: los niños van a misa y el cura habla de una carta del Papa, en la que pide se rece por la paz. En la actualidad sólo Lucía sigue viva: está en el Carmelo de Coimbra desde 1948. Anteriormente fue monja dorotea: en Oporto (1921), Tuy (1925), Pontevedra (1934).

5. Las visiones de la Virgen (1917) son seis y los secretos (propiamente) dos, que han sido publicados con algunas variantes (no sólo de traducción). El primero: Jacinta y Francisco morirán pronto: "vendré pronto a llevarlos conmigo al cielo" (13-6-1917). El segundo secreto (13-7-1917) consta de tres partes. La primera es la "visión del infierno", demasiado literal y condicionada por la predicación de la época: "Los pecados que arrojan más almas al infierno son los pecados de impureza", dice Jacinta en sus últimos días (8). La segunda parte es ésta: "La guerra va hacia el fin; pero si no se cesa de ofender al Señor, bajo el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida sabréis que es la gran señal que Dios os da de que está próximo el castigo de los crímenes del mundo por la guerra, el hambre y las persecuciones contra la Iglesia y contra el Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión reparadora en los primeros sábados. Si se escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y se tendrá paz. Si no, ella propagará sus errores por el mundo, provocando guerras y persecuciones contra la Iglesia; muchos buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; algunas naciones serán aniquiladas...(aquí viene la tercera parte del secreto). Pero finalmente mi Corazón Inmaculado triunfará, Rusia será consagrada y se convertirá, y un tiempo de paz será dado al mundo" (9).

6. Es preciso decir que Pío XI (1922-1939) no era todavía Papa en 1917; además, murió el 10 de febrero de 1939 y la segunda guerra mundial estalla el 1 de septiembre. La "luz desconocida" es una aurora boreal que tuvo lugar en la noche del 24 al 25 de enero de 1938 (10). Rusia (cuyo nombre no aparece en algunas versiones) (11)se presenta como la gran amenaza para la Iglesia y para el Papa. La "conversión" de Rusia se identifica (políticamente) con la caída del régimen comunista: "Pero la antigua URSS no se ha convertido. Ni la caída del telón de acero ni el derrumbamiento del muro de Berlín en 1989 pueden considerarse como la expresión de una auténtica conversión" (Unciti). Estas visiones, como tantas otras, siempre denuncian los males del comunismo, nunca los del capitalismo.

7. Además, la imagen de Dios que se da, un Dios que castiga por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones, nada tiene que ver con el rostro de Dios dado a conocer por Jesús de Nazaret. En la primera visión pregunta Lucía por dos niñas que han muerto; se responde que una (María das Neves) "ya está en el cielo" y que la otra (Amelia) "estará en el purgatorio hasta el fin del mundo". En la segunda visión se le dice a Lucía: "Tú quedarás aquí aún cierto tiempo" (¡tiene 93 años!). En la quinta visión se dice: "En octubre vendrán también nuestro Señor, la Virgen dolorosa y la del Carmelo, San José con el niño Jesús, para bendecir al mundo". En fin, cosas de niños.

8. El contexto histórico es el siguiente: El 1 de agosto de 1914 comienza la primera guerra mundial (1914-1918), con 8 millones de muertos. El Papa Benedicto XV (1914-1922) permanece neutral. La revolución rusa estalla en octubre de 1917. La terrible gripe de 1918 produce millones de víctimas, entre ellas Francisco (1919) y Jacinta (1920), tras larga y penosa enfermedad. El jefe del Estado, general Carmona, con el presidente del Consejo, Oliveira Salazar, y otros muchos miembros del Gobierno, peregrinan a Fátima para consagrar la nación portuguesa a la Virgen (1929) (12). Esta iniciativa religiosa y política se produce antes de que el obispo de Leiría, monseñor Da Silva, manifieste que las visiones de Fátima son "dignas de fe" (1930). La guerra española (1936-1939) queda cerca. Pío XII es elegido Papa en 1939, seis meses antes de que empezara la segunda guerra mundial (1939-1945), que tuvo 50 millones de muertos. La situación religiosa es totalmente preconciliar.

9. En 1941, a petición del obispo de Leiría, sor Lucía entrega los dos primeros secretos, que son dados a conocer. En 1944, entrega al obispo el tercer secreto con una condición escrita en el sobre: "No puede ser revelado antes de 1960". El 16 de abril de 1957 llega a Roma el tercer secreto y es archivado en la Congregación del Santo Oficio. Al parecer, Pío XII no lo lee. Según Loris Capovilla, que fue secretario de Juan XXIII, el tercer secreto le llega al Papa Roncalli el 17 de agosto de 1959 y lo abre una semana después. Dice Capovilla: "Yo estaba presente. Estaban también los jefes de la Secretaría de Estado y del Santo Oficio, y otras personas". Así pues, el secreto celosamente guardado fue conocido por cierto número de personas, como los cardenales Ottaviani, Tardini y Agagianian, y los monseñores Philippe, Verardo, Parente, Masala, Samoré y Tavares. Juan XXIII dejó una nota según la cual "dejaba para otros el pronunciarse sobre el asunto" (13).

10. En 1960, Silvio Oddi, que había sido secretario suyo en París, le comentó confidencialmente a Juan XXIII: "Beatísimo Padre, hay una cosa que no le puedo perdonar, haber tenido en suspenso al mundo durante tantos años, llega 1960, pasan y aquí nadie sabe nada del secreto". El Papa le dijo: "No me hables de ello". El antiguo secretario le replicó: "Yo, si quiere, no le hablo más de ello. Pero no puedo impedir que la gente lo haga: le interés es espasmódico: yo habré hecho un centenar de charlas y discursos anunciando esta revelación". "Te he dicho que no me hables de ello", zanjó el Papa. Entonces se vivía en la Iglesia una atmósfera de optimismo y de apertura al mundo. La divulgación de un texto que anunciaba castigos divinos parecería evocar a aquellos "profetas de desgracias" contra los que se pronunció Juan XXIII en el discurso inaugural del Concilio Vaticano II (14).

11. El 11 de febrero de 1967 el cardenal Ottaviani dio una conferencia en la Pontificia Academia Mariana sobre el secreto de Fátima: "El secreto afecta al Santo Padre, al cual estaba destinado. El era el destinatario y si él no se decide a decir: 'Este es el momento de darlo a conocer al mundo...Os puedo decir solamente esto: que vendrán tiempos muy difíciles para la Iglesia y que es preciso orar mucho para que la apostasía no sea demasiado grande" (15). El 13 de mayo del mismo año, Pablo VI acepta la invitación del episcopado portugués y visita Fátima. Pablo VI no quiere hablar en privado con sor Lucía. La religiosa se arrodilla delante de él. El Papa le dice que no e invita a la religiosa a que no insista: "Montini la invita con cortesía pero con firmeza a dirigirse a su obispo" (16).

12. En octubre del 95 tuve la oportunidad de conversar con la Sra. Olga de Cadaval, colaboradora de sor Lucía. Me interesaba lo que pudiera decir sobre la entrevista que tuvo el cardenal Luciani con sor Lucía en Coimbra el 11 de julio de 1977. Ella le dijo que sería Papa. Sor Lucía pudo tener en cuenta el gesto que Pablo VI tuvo con Luciani el 16 de septiembre de 1972, cuando ante 20.000 personas en la plaza de San Marcos le impuso la estola papal sobre los hombros y le dijo: "Es una inspiración, usted merece esta estola" (17). Pues bien, la señora de Cadaval dijo que ella estuvo sólo diez minutos y que salió cuando empezaron a hablar de cosas del Vaticano. Se la veía muy agradecida a Salazar, cuya dictadura (como la española) cayó antes que la rusa. El periodista veneciano Camilo Bassotto me dijo entonces: "La señora Olga de Cadaval sabe ciertamente por sor Lucía lo que ha pasado entre sor Lucía y Luciani en el coloquio. Me lo dio a entender a mi personalmente, tomándome la palabra de que nunca hablaría o escribiría de ello" (18). Pude saber por María Germana Tanger (amiga suya) que a la señora De Cadaval le había gustado mucho mi libro Se pedirá cuenta, sobre la muerte (provocada) de Juan Pablo I.

13. Hace unos años se publicó que "la vidente de Fátima profetizó la muerte de Juan Pablo I". Según reveló Eduardo, el hermano del Papa, al semanario Il Sabato, sor Lucía le dijo al cardenal Luciani "que iba a ser elegido Papa y que su muerte sería inminente". Eduardo Luciani dijo también de la entrevista del cardenal con sor Lucía: "Mi hermano salió descompuesto. Cada vez que aludía a aquella conversación se ponía pálido" (19). El dato es interesante. Ahora bien, la previsión de que el cardenal fuera elegido Papa no suponía ninguna sorpresa para la familia. Lo comenta Eduardo en el semanario Gente: "Para mí, para toda mi familia, la elección de Albino no fue una sorpresa. Conocíamos las opiniones de diversos cardenales, en Venecia habíamos visto a Pablo VI quitarse la estola y ponerla en los hombros de mi hermano, un gesto que equivalía a una investidura pública" (20).

14. A la luz del tercer secreto, sor Lucía le pudo anunciar (además de la elección) una muerte violenta, no necesariamente inminente. Obviamente, esto sí constituía una sorpresa rotunda. Sin embargo, el papel atribuido a Rusia en el tercer secreto no encaja en la muerte de Juan Pablo I. Al parecer, sor Lucía lo ha visto todo más claro en el atentado contra Juan Pablo II. Un año después, el 12 de mayo de 1982, escribe al Papa, insistiendo en las consecuencias de no hacer caso del mensaje de Fátima: "Desde el momento en que no hemos tenido en cuenta la llamada del Mensaje, verificamos que este se ha cumplido, Rusia ha invadido el mundo con sus errores. Y si no constatamos aún la consumación completa del final de esta profecía, vemos que nos encaminamos poco a poco a grandes pasos". Sor Lucía se sitúa así al lado de la "pista búlgara", según la cual detrás del atentado contra Juan Pablo II estaría el comunismo ruso, cuya inminente caída no parece prever. En adelante, por lo que se refiere a Juan Pablo I, se observa un riguroso silencio, realmente sepulcral.

15. En lo que se refiere al llamado "baile del sol" el doctor Domingo Pinto Coelho, eminente jurisconsulto portugués, escribió en un diario católico (21): "Estos fenómenos que nunca habíamos presenciado nos impresionaron grandemente. Se produjo entre las turbas una psicología colectiva. Y sobre aquella multitud, al menos en su mayor parte, pasó una ola de fe que conmovía profundamente". Sin embargo, al día siguiente el mismo doctor ve de nuevo el "baile del sol" contemplándolo fijamente. Aconseja prudentemente no repetir el experimento, "porque bajo la luz demasiado intensa del sol, las pupilas se contraen de tal manera que algunas veces no vuelven ya a dilatarse". El fenómeno se produjo cuando Lucía dijo: "¡Mirad al sol!" (22). La gente miró fijamente y muchos creyeron ver el milagro que había sido anunciado con fecha, hora y lugar. El mismo Pío XII hizo el experimento 4 veces (en 1950) en los jardines vaticanos y, sin crítica alguna, se dio también como "señal de Dios" en L' Osservatore Romano (13 de octubre y 17 de noviembre de 1951) (23).

16. Las visiones (como fenómeno paranormal) son compartidas por los niños: "los tres han visto" (24), lo que es muy raro; la visión, como el sueño, suele ser personal e intransferible. Además, las visiones se producen a mediodía, después de comer, durante el rezo del rosario. En general, aunque sean semejantes a los sueños, las visiones sorprenden más: son algo excepcional, se producen en estado de vigilia y, en muchos casos, instantes después del sueño. Lo que hay que discernir es si el sueño o la visión son una señal del espíritu de Dios, como dice el profeta Joel: "Vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones" (Jl 3,1). Podría tratarse de un engaño: "Las esperanzas vanas y engañosas son para el imbécil, los sueños dan alas a los insensatos. Tratar de asir una sombra o perseguir el viento es buscar apoyo en los sueños. Espejo y sueño son cosas semejantes, frente a un rostro una imagen de rostro...Adivinaciones, augurios y sueños vanas cosas son, como fantasías de corazón de mujer en parto. A menos que te sean enviadas por el Altísimo en visita, no abras tu corazón a estas cosas" (Eclo 34,1-6). Asimismo, es preciso discernir qué tienen que ver las visiones con la realidad. De suyo, la experiencia de fe no supone una pérdida de conciencia ni del sentido de la realidad: 500 hermanos a la vez pueden percibir la misteriosa presencia del Resucitado (25).

17. El santuario fue inaugurado en 1953. Se ha hablado mucho de las finanzas del mismo. Por primera vez, el obispo de Leiría (diócesis a la que pertenece Fátima) ha hecho públicas las cuentas del santuario y ha reconocido que en 1999 "obtuvo 1.400 millones de pesetas de beneficios, de los cuales casi 1.200 procedieron de las donaciones de los peregrinos" (26). Unos seis millones visitan Fátima cada año. Pero los enigmas no acaban ahí: "La revista Visao ha revelado que una cuenta secreta del santuario, abierta en el ya desaparecido Banco Pinto de Magalhaes en Oporto, ocultó 50 kilos de oro nazi procedentes de la Casa de la Moneda prusiana, sin saberse por qué la Iglesia recibió ese oro, al parecer, procedente de los saqueos realizados contra los judíos de Holanda" (27). Es oportuno recordar aquí el aviso de Pablo: "El mismo Satanás se disfraza de ángel de luz" (28).

18. El 19 de mayo de 1991, día de Pentecostés, fui invitado a un programa de Radio Nacional sobre Fátima y el atentado contra Juan Pablo II. Allí se me entregó un libro de Ch. Roulette, titulado Jean Paul II, Antonov, Agca. Le procès (29). Según este autor, miembros de los servicios secretos italianos vinculados a la P2 desviaron la investigación y echaron la culpa a los búlgaros (y a los rusos). Y en noviembre de 1986, el Tribunal de Primera Instancia de Roma dictó sentencia absolutoria "por insuficiencia de pruebas". Así pues, la cuestión es: ¿de dónde vinieron los tiros?

19. Una semana después, Roberto Calvi (presidente del Banco Ambrosiano, socio del Banco Vaticano y miembro de la P2) fue detenido; además, se hicieron públicas las listas de la P2, provocando la caída del gobierno italiano, que durante casi dos meses las había ocultado. Previamente, Juan Pablo II había tomado una comprometida decisión sobre el asunto Calvi: "Que caiga todo. Dejemos que se encargue el cardenal Casaroli" (30). Por su parte, Calvi, durante una visita de su esposa y de su hija a la prisión, les dijo que la presión debía ejercerse sobre los dos principales directores del IOR, Marcinkus y Mennini. Por esta razón: "Este juicio se llama IOR" (31). Calvi apareció colgado de un puente de Londres el 17 de junio de 1982.

20. En junio de 1991, el juez Ilario Martella señaló que en el juicio del atentado contra Juan Pablo II no fue posible llegar a la verdad. Dio a entender que no sólo las autoridades italianas (concretamente, el presidente del Gobierno Giulio Andreotti) pusieron obstáculos, sino también las francesas: "Explica que él tuvo noticia, durante el proceso, de que los servicios secretos franceses habían sido alertados acerca de un posible atentado al Papa y que habían avisado al Vaticano. Agrega que cuando fue a interrogar al jefe de esos servicios le impusieron el secreto de Estado" (32).

21. Tampoco Juan Pablo II siente grandes deseos de arrojar luz sobre el asunto (33). Sin aclarar las razones, le dijo al cardenal Deskur que desde el principio estuvo convencido de que "los búlgaros eran completamente inocentes" (34). Por lo demás, ser Papa es peligroso, como lo es ser jefe de Estado o presidente de un país. El 30 de marzo del 81, el presidente Ronald Reagan fue herido de bala en un pulmón por John Hinckley, al salir del Hotel Hilton de Washington, cuando se disponía a subir a su limusina. Los agentes del servicio secreto le metieron en el coche y le llevaron a toda velocidad al hospital de la Universidad George Washington. La bala se alojó a unos centímetros del corazón, cerca de la aorta (35).

22. Según el juez Rosario Priore, el 10 de mayo de 1981 (tres días antes del atentado) Ercole Orlandi, ujier de la Casa Pontificia, acudió al hotel Isa de Roma donde se alojaba Agca con el fin de entregar unas invitaciones para asistir más de cerca a la visita pastoral del Papa, que se llevó a cabo aquella misma tarde en la parroquia de Santo Tomás de Aquino. El terrorista aparece en primera fila entre los fieles en fotos sacadas aquel día por unos feligreses. Está claro que alguien desde el interior del Vaticano se había encargado de acercar a Agca al Papa (36). Posteriormente, el 22 de junio de 1983, Emanuela Orlandi (hija del ujier) fue secuestrada y no ha vuelto a aparecer. Los jueces italianos acusan al Vaticano de entorpecer la investigación del secuestro (37). El día del atentado pudo ser elegido por los inductores del mismo, conociendo y utilizando el tercer secreto.

23. Comentando estas cosas el domingo 28 de mayo de 2000 nos encontramos este pasaje impresionante del profeta Miqueas: "Así dice el Señor contra los profetas que extravían a mi pueblo...tendréis noche sin visión, oscuridad sin adivinación; ¡se pone el sol sobre los profetas, sobre ellos el día se oscurece! Tendrán vergüenza los videntes, y confusión los adivinos; y se taparán todos el bigote, por no haber ya respuesta de Dios. Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, por el espíritu del Señor, y de juicio y bravura, para denunciar a Jacob su delito, y a Israel su pecado" (Mi 3,3-8).

24. Con fecha de 26 de junio, el Vaticano ha dado a conocer el texto íntegro del tercer secreto. Un obispo vestido de blanco (el Papa) sube (con otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas) a una montaña, en cuya cima hay una gran cruz: "antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas un poco tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba en el camino. Llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron, unos tras otros, los obispos y sacerdotes, religiosos y religiosas, y personas laicas, hombres y mujeres de varias clases y posiciones" (Tuy, 3-1-1944). Por tanto, en la versión original, el obispo vestido de blanco no cae "como muerto", según se dijo el 13 de mayo pasado, sino que "fue muerto", lo que no encaja con los hechos. Lo que sí encaja es que el secreto fuera conocido y utilizado por los responsables del atentado. Así pues, "fue muerto", se dice en el tercer secreto, y no "cae como muerto": "una diferencia sustancial", se reconoce en el diario italiano Corriere della Sera (38).

25. El texto íntegro del tercer secreto ha sido presentado dentro de un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, El mensaje de Fátima, firmado por el cardenal Ratzinger. Según este documento, Fátima es "la más profética de las apariciones modernas", aunque "es necesario tener presente que la profecía en el sentido de la Biblia no quiere decir predecir el futuro, sino explicar la voluntad de Dios para el presente". Lo que queda de válido es "la exhortación a la oración como camino para la salvación de las almas y, en el mismo sentido, la llamada a la penitencia y a la conversión". Otra palabra clave del secreto es esta: "mi Corazón Inmaculado triunfará".

26. A propósito de la aprobación eclesial de una revelación privada, el documento cita al teólogo E. Dhanis, "eminente conocedor de esta materia", pero no dice nada de su posición crítica respecto a Fátima. La aprobación eclesial incluye tres elementos: "el mensaje en cuestión no contiene nada que vaya contra la fe y las buenas costumbres, es lícito hacerlo público, y los fieles están autorizados a darle, en forma prudente, su adhesión" (39). Un mensaje así es "una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de ella". Asimismo, se afirma que "en las visiones de Lourdes, Fátima, etc. no se trata de la normal percepción externa de los sentidos", se trata de una "percepción interior, que ciertamente tiene en el vidente la fuerza de una presencia que, para él, equivale a la manifestación externa sensible".

27. Según el documento, en el viacrucis de este siglo la figura del Papa tiene un papel especial: "En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados, con seguridad, juntos, a diversos Papas que, empezando por Pío X, hasta el Papa actual, han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellos por el camino que lleva a la cruz". A este respecto dijo sor Lucía el 27 de abril a monseñor Bertone, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe: "Nosotros no sabíamos el nombre del Papa, la Señora no nos dijo el nombre del Papa, no sabíamos si era Benedicto XV o Pío XII o Pablo VI o Juan Pablo II, pero era el Papa el que sufría y nos hacía sufrir también a nosotros". Es curioso, de esta lista de Papas se caen: Juan XXIII (no sabemos por qué), Pío XI y Juan Pablo I (de ambos se afirma que fueron asesinados, y no por los rusos).

28. El documento vaticano comenta también: "En la visión también el Papa es matado en el camino de los mártires. ¿No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del secreto, reconocer en él su propio destino?". En realidad, habría que ver quiénes estaban detrás del atentado y por qué se produjo, cuestión que no parece interesar a Juan Pablo II. Dicho de otra forma: ¿el Papa Wojtyla corrió el riesgo de los mártires o el riesgo de Reagan, o el riesgo de Calvi? No es una cuestión secundaria. Además, darse a sí mismo el título de mártir no es procedente. Como dice San Pablo, "no es hombre de probada virtud el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor recomienda" (2 Co 10,18).

29. Indultado en Italia y extraditado a Turquía, donde cumple una condena de nueve años de cárcel, el agresor Ali Agca (en una carta manuscrita enviada a la prensa por su abogado) ha acusado al Vaticano de ser "la casa del diablo", de haber manipulado los tres secretos de Fátima y de haber organizado el atentado contra el Papa (40).

* Diálogo: ¿Qué conclusiones podemos sacar?


    1. El País, 18-5-2000.
    2. La Stampa, 17-5-2000.
    3. El Norte de Castilla, 23-5-2000.
    4. LUCIANI, A., Maria, Scuola Tip. Emiliana Artigianelli, Venecia, 1987, 119.
    5. En Vie Spirituelle, dic. 1948. Ver BARTHAS, La Virgen de Fátima, Ed. Rialp, Madrid, 1981, 525.
    6. BARTHAS, 79.
    7. Ib., 250-256 y 238.
    8. Ib., 601.
    9. BARTHAS, 597-599. Ver Las memorias de sor Lucía, Fátima, 1980.
    10. BARTHAS, 548.
    11. Ib., 542.
    12. Ib., 361.
    13. TORNIELLI,A., Fatima, il segreto svelato, Gribaudi, Milán, 2000, 55-56.
    14. Ib., 58-59.
    15. Ib., 65-66.
    16. Ib., 93-94.
    17. BASSOTTO,C., Juan Pablo I. Venecia en el corazón, Ed. Orígenes, Madrid, 1992, 13.
    18. Carta de 10-2-1996.
    19. El País, 26-8-1993.
    20. Gente, 21-6-1985.
    21. El artículo El caso de Fátima aparece firmado con las iniciales A.de F. en A Ordem, 16-10-1917.
    22. BARTHAS, 600.
    23. Ib., 156. Ver B.LEMAIRE, Fátima-Moscú, Ed. Tequi, París, 1991, 53.
    24. BARTHAS, 90.
    25. 1 Co 15,6.
    26. Ver El País, 28-6-2000.
    27. Ver El País, 4-4-2000.
    28. 2 Co 11,14.
    29. Ed. Des Halles de París, 1985.
    30. DOMENECH, R., Marcinkus. Las claves secretas de las finanzas vaticanas, B, Barcelona, 1987, 191.
    31. GURWIN, L., El caso Calvi. La muerte de un banquero, Ed. Versal, Barcelona, 1983, 105-106
    32. Ver El País, 7-6-1991.
    33. SZULC,T., El Papa Juan Pablo II, Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1995, 362.
    34. BERNSTEIN-POLITI, Sua Santità, Rizzoli, Milán, 307.
    35. Ib., 285.
    36. DISCEPOLI DI VERITA, Bugie di sangue in Vaticano, Ed. Kaos, Milán, 131.
    37. Ib., 56 y 118-119.
    38. Corriere della Sera, 27-6-2000.
    39. DHANIS,E., Sguardo su Fatima e bilancio di una discussione, en La Civiltà Cattolica 104, 1953 II, 392-406.
    40. El País, 11-7-2000.