En el principio era la palabra
 

  COMUNIDAD DE ANTIOQUIA
El nombre de cristianos


1. La comunidad de Antioquia, capital de la provincia romana de Siria, nace de la persecución que recae sobre el grupo griego de la comunidad de Jerusalén (hacia el 34): “Los que se habían dispersado cuando la persecución provocada por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquia”.En principio, anuncian la Palabra sólo a los judíos. Peroalgunos chipriotas y cirenenses,al llegar a Antioquia,se dirigen también a los griegos (hacia el 34-37): Un gran número recibió  la fe y se convirtió al Señor”(Hch 11,19-21). La comunidad está llena de gentiles que viven el Evangelio libre de la ley judía. Había precedentes: la conversión de Samaría (8,14), la de Cornelio (11,1). La noticia de Antioquíallega a oídos de la comunidad de Jerusalén. Bernabé, que en su momento acoge la conversión de Pablo y le presenta a los apóstoles (9,27), es enviado a Antioquía para discernir la situación: “Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer unidos al Señor”(11,22).

2. En Jerusalén, hacia el 58, Pablo relata su conversión: “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la ley de nuestros padres: estaba lleno de celo por Dios, como lo estáis todos vosotros el día de hoy. Yo perseguí a muerte a este camino, encadenando y arrojando a la cárcel a hombres y mujeres, como puede atestiguarlo el sumo sacerdote y todo el consejo de ancianos. De ellos recibí también cartas para los hermanos de Damasco y me puse en camino con intención de traer también encadenados a Jerusalén a todos los que allí había para que fuesen castigados. Pero yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente (relampagueó en torno a mí, NBE) una gran luz venida del cielo, caí al suelo y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Yo respondí: ¿Quién eres, Señor? Y él a mí: Yo soy Jesús el Nazoreo, a quien tú persigues. Los que estaban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: ¿Qué he de hacer, Señor?

3. Y el Señor me respondió: Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá lo que está establecido que hagas. Como yo no veía, a causa del resplandor de aquella luz (del relámpago, NBE), conducido de la mano por mis compañeros, llegué a Damasco. Un tal Ananías, hombre piadoso según la ley, bien acreditado por todos los judíos que habitaban allí, vino a verme, y presentándose ante mí me dijo: Saulo, hermano, recobra la vista. Y en aquel momento le pude ver. Él me dijo: El Dios de nuestros padres te ha destinado para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios, pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre” (22, 3-16).  En la foto, muralla de Damasco.

4. “Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el templo, caí en éxtasis, y le vi a él que me decía: Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí. Yo respondí: Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti; y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también me hallaba presente, y estaba de acuerdo con los que le mataban, y guardaba sus vestidos. Y me dijo: Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles” (22,17- 21).

5.  Bernabé va a Tarso en busca de Pablo y le lleva a Antioquia. Durante un año instruyen a muchos. La comunidad, formada en su mayoría por gentiles, tiene su propia identidad y así es percibida: “En Antioquia fue donde, por primera vez, los discípulos reciben el nombre de cristianos”(11,25-26). Por aquellos días un profeta de Jerusalén, llamado Ágabo, profetiza una gran hambre sobre toda la tierra, “la que hubo en tiempo de Claudio” (41-54 d. C). Los discípulos determinaron enviar algunos recursos “para los hermanos que vivían en Judea”, “se los enviaron alos ancianos por medio de Bernabé y de Saulo”(11,27-30). Estos vuelven de Jerusalén, “trayéndose consigo a Juan, por sobrenombre Marcos” (12,25). Es “primo de Bernabé”, “de la circuncisión” (Col 4,10-11). El año 44, el rey Herodes “hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan” y encarceló a Pedro. Cuando Pedro es liberado, va a la casa de María, la madre de Marcos (12,12). Desde allí, Pedro marcha “a otro lugar” (12,17).

6. En la comunidad de Antioquia hay profetas y maestros: “Bernabé, Simeón llamado el Negro, Lucio el de Cirene, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo”. Mientras celebran el culto del Señor, dice el espíritu santo: “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado”. Entonces, después de haber ayunado y orado, les imponen las manos y los envían (13,1-3). El espíritu de Jesús dirige la misión (16, 7).

7. Misión de Bernabé y Saulo, “también llamado Pablo”: anuncian la palabra de Dios en Salamina y Pafos (Chipre), en Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe y Perge (Frigia y Galacia). A partir de la conversión del procónsul de Pafos, Pablo lleva la dirección de la misión. Con ellos va Marcos, que pronto se separa de ellos y vuelve a Jerusalén (13-14). En cada nueva comunidad designanancianos (14,23). Terminada la misión, vuelven a Antioquia. Comparten “todo cuanto Dios había hecho juntamente con ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe”. Y permanecen no poco tiempo con los discípulos(14,27-28). 

8. Hacia el año 48, la comunidad de Antioquia lleva más de diez años, admitiendo en su seno a gentiles, sin imponerles la ley judía. Pero bajan a Antioquia algunos de Judeaque enseñan a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme a la tradición de Moisés, no podéis salvaros.Esto provocauna seria discusión de Pablo y Bernabé contra ellos”. Pablo, Bernabé y algunos más suben a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles y los ancianos(15,1-2). Surge así el encuentro de Jerusalén entre los responsables de la comunidad de Jerusalén y de la comunidad de Antioquia. Después de larga discusión, Pedro recuerda su propia experiencia en el caso de Cornelio: Dios “purificó sus corazones con la fe”, “nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos”. Bernabé y Pablo proclaman la acción de Dios en medio de los gentiles (15,7-12). Finalmente interviene Santiago, responsable ya de la comunidad de Jerusalén: “Simeón ha referido cómo Dios ya al principio intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su nombre”, “por esto opino yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios” (15,13-20; ver catequesis Comunidad de Jerusalén).

9. Algunos días después, dice Pablo a Bernabé: Vamos a ver cómo les va a los hermanos en las comunidades recientemente fundadas. Bernabé quiere llevar a Marcos. Pablo piensa que no deben llevar consigo al que los abandonó en la misión. Se produce una tirantez tal que acaban por separarse el uno del otro. Bernabé toma consigo a Marcos y embarca rumbo a Chipre. Pablo elige como compañero a Silas, que ha sido dirigente en Jerusalén (15,22).

10. Misión de Pablo y Silas. Recorren Siria y Cilicia, fortaleciendo la fe de las comunidades. En Listra encuentran a Timoteo, de quien los hermanos de Listra e Iconio hablan muy bien (16,2). Por todas partes entregan “las decisiones tomadas por los apóstoles y ancianos en Jerusalén” (Hch 15,36-16,4). Atraviesan Frigia, Galacia y Misia, llegan a Tróade (16,6-8) y pasan a Grecia (16,9-18): Filipos, Tesalónica, Atenas, Corinto. En Filipos Pablo funda la primera comunidad de Europa (16,12-15). En Tesalónica habla en la sinagoga tres sábados y nace la comunidad (17, 1-9). En Corinto, está año y medio enseñando la palabra de Dios (18,1-11). Ya de vuelta, desembarca en Cesarea, sube a  Jerusalén y baja a Antioquia, donde permanece algún tiempo. Después recorre las regiones de Galacia y Frigia para fortalecer la fe de los discípulos (18,22-23). En Éfeso está de dos a tres años (19,10; 20,31), luego visita las comunidades de Grecia, pasa tres meses en Corinto (20,2) y hace una escala en Tróade (20,6-12). En Mileto, ya de camino hacia Jerusalén, se despide de los ancianos de Éfeso(20,17-35).

11. Hacia el año 54, Pablo afronta la crisis gálata, apela al encuentro de Jerusalén(Ga 2,6-10) y recuerda la reprensión que le hizo a Pedro en Antioquia (2,11-14). Tras la reprensión de Pedro, la comunidad de Antioquia no vuelve a aparecer en el horizonte de Pablo. Quien sí aparece es Marcos (Col 4,10-11). En la carta a Filemón, Marcos y Lucas aparecen como colaboradores suyos (Flm 24). Desde Roma, donde Lucas le acompaña, Pablo escribe a Timoteo: “Toma a Marcos y tráele contigo, pues me es muy útil para el ministerio” (2 Tm 4,11). Lucas es “oriundo de Antioquía”, “la mayor parte del tiempo compañero de Pablo” (Eusebio, HE, III 4,6).

 

* Diálogo: ¿Por qué etapas pasa la comunidad de Antioquía?, ¿qué problemas afronta?