En el principio era la palabra
 

- LA SABIDURÍA DE DIOS
En diálogo con el mundo


1.- A mediados del siglo I a. C., quizá ya bajo dominio romano, la colonia judía de Alejandría, ciudad de cultura griega, vive una época nueva: hay diálogo entre helenismo y judaísmo, antes totalmente enfrentados; claro, se dan diversas corrientes de pensamiento, existe la tentación de dejarse llevar por la cultura dominante y por la atracción de múltiples cultos, que hacen sus propias ofertas; además, hay que presentar la fe a gente que desea conocer la verdad. En este contexto se escribe (en griego) el libro de la Sabiduría. No lo reconocen como canónico ni judíos ni protestantes.
2.- En diálogo con la sociedad de su tiempo, el libro aborda diversos temas: la llamada de Dios es para todos; la vida más allá de la muerte, el verdadero triunfo es del justo que alcanza la inmortalidad; el juicio de los poderosos, que serán poderosamente examinados; el secreto dinamismo que mueve la historia, la acción liberadora de Dios en medio de ella; el sentido oculto del mundo, la maravilla del mundo nos remite a la grandeza de Dios; la vanidad de los ídolos. Veamos.
3.- La llamada de Dios es para todos, aunque muchos no responden: “Amad la justicia los que juzgáis la tierra, pensad rectamente del Señor y con sencillez de corazón buscadle. Porque se deja hallar de los que no le tientan, se manifiesta a los que no desconfían de él. Pues los pensamientos tortuosos apartan de Dios y el poder, puesto a prueba, rechaza a los insensatos” (Sb 1,1-3), “no os busquéis la muerte con los extravíos de vuestra vida, no os atraigáis la ruina con la obra de vuestras manos, que no fue Dios quien hizo la muerte... él todo lo creó para que subsistiera” (1,12-14). Se comprende la oración del salmo 90: "Enséñanos a calcular nuestros años, para que entre la sabiduría en nuestro corazón ".
4.- En realidad, así piensan muchos: "Corta es y triste nuestra vida, no hay remedio en la muerte del hombre ni se sabe de nadie que haya vuelto del Hades. Por azar llegamos a la existencia y luego seremos como si nunca hubiésemos sido. Porque humo es el aliento de nuestra nariz y el pensamiento, una chispa del latido de nuestro corazón; al apagarse, el cuerpo se volverá ceniza y el espíritu se desvanecerá como aire inconsistente. Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras” (2,1-4), "venid, pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud. Hartémonos de vinos exquisitos y de perfumes, no se nos pase ninguna flor primaveral...dejemos por doquier constancia de nuestro gozo; que...esta es nuestra herencia" (2,6-9).
5.- Y así actúan: "Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda, no respetemos las canas del anciano. Sea nuestra fuerza norma de la justicia, que la debilidad, como se ve, de nada sirve. Tendamos lazos al justo que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la ley y nos culpa de faltas contra nuestra educación. Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor...Veamos si sus palabras son verdaderas, examinemos lo que pasará en su tránsito. Pues si el justo es hijo de Dios, él le asistirá...Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará. Así discurren, pero se equivocan, los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan la recompensa de la santidad ni creen en el premio de las almas intachables. Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo y la experimentan los que le pertenecen" (2,10-24).
6.- El judaísmo no podía resolver el problema de la retribución, considerando sólo la vida presente. Pero, poco a poco, se llega a la convicción de que el hombre está llamado a vivir más allá de la muerte. Ahora bien ¿cómo será?, ¿será una vida sólo del alma, según los filósofos que consideran el cuerpo como una cárcel? El libro de la Sabiduría da a entender que la vida futura alcanza a la totalidad de la persona: "Las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno. A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida, y su partida de entre nosotros por completa destrucción, pero ellos están en la paz. Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad; por una corta corrección recibirán largos beneficios, pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de si; como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó. El día de su visita resplandecerán, y como chispas en rastrojo correrán. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos y sobre ellos el Señor reinará eternamente. Los que en él confían entenderán la verdad y los que son fieles permanecerán junto a él en el amor, porque la gracia y la misericordia son para sus santos y su visita para sus elegidos. En cambio, los impíos tendrán la pena que sus pensamientos merecen por desdeñar al justo y separarse del Señor" (3,1-10), "el justo, aunque muera prematuramente, halla el descanso. La ancianidad venerable no es la de los muchos días ni se mide por el número de años, la verdadera canicie para el hombre es la prudencia, y la edad provecta, una vida inmaculada... Alcanzando en breve la perfección llenó largos años..., lo ven las gentes y no comprenden, ni caen en cuenta que la gracia y la misericordia son para sus elegidos y su visita para sus santos" (4,7-15).
7.- Un juicio severo espera a los grandes de este mundo. El Señor ante nadie retrocede: "Oíd, reyes y entended. Aprended, jueces de los confines de la tierra. Estad atentos los que gobernáis multitudes y estáis orgullosos de la muchedumbre de vuestros pueblos...un juicio implacable espera a los que están en lo alto; al pequeño, por piedad, se le perdona, pero los poderosos serán poderosamente examinados. Que el Señor de todos ante nadie retrocede" (6,1-7).
8.- La sabiduría es un don que se pide y se concede. Salomón es testigo: "Yo también soy un hombre mortal...Por eso pedí y se me concedió la prudencia; supliqué y me vino el espíritu de sabiduría...Con ella me vinieron a la vez todos los bienes...es para los hombres un tesoro inagotable y los que lo adquieren se granjean la amistad de Dios" (7,1-14), "yo la amé y la pretendí desde mi juventud; me esforcé por hacerla esposa mía... Ella conoce el pasado y conjetura el porvenir, sabe interpretar las máximas y resolver los enigmas, conoce de antemano las señales y los prodigios, así como la sucesión de épocas y tiempos" (8,2-8), "Dios de los padres, señor de la misericordia, que hiciste el universo con tu palabra, y con tu sabiduría formaste al hombre para que dominase sobre los seres por ti creados...dame la sabiduría que se sienta junto a tu trono....¿quién habría conocido tu voluntad, si tú no le hubieses dado la sabiduría y no le hubieses enviado desde lo alto tu espíritu santo?" (9,1-17).
9.- La sabiduría de Dios abre un camino de liberación en medio de la historia: "Ella libró de una nación opresora a un pueblo santo...los guió por un camino maravilloso...y unánimes celebraron tu mano protectora porque la sabiduría abrió la boca de los mudos e hizo claras las lenguas de los pequeñuelos" (10,15-21), "ella dirigió felizmente sus empresas por medio de un profeta santo. Atravesaron un desierto deshabitado y fijaron sus tiendas en parajes inaccesibles" (11,1-3): "en el mar abriste un camino, una ruta segura a través de las olas, mostrando así que de todo peligro puedes salvar para que hasta el inexperto pueda embarcarse", "también al principio...se refugió en una barquichuela la esperanza del mundo, y guiada por tu mano dejó al mundo la semilla de una nueva generación" (14,3-6), "conocerte a ti es la perfecta justicia y conocer tu poder es la raíz de la inmortalidad" (15,3), "el universo combate a favor de los justos" (16,17), ellos son "solidarios en los peligros y en los bienes" (18,9), "los elementos de la naturaleza se adaptaron de una nueva manera entre sí, como cambian los sonidos en un arpa...El fuego aumentaba en el agua su fuerza natural y el agua olvidaba su poder de apagar" (19,18-20).
10.- El universo es un himno al creador. La sabiduría de Dios se manifiesta en la maravilla del mundo: "Sí, vanos por naturaleza todos los hombres que ignoraron a Dios...de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor... tal vez caminan desorientados buscando a Dios y queriéndole hallar...Pero, por otra parte, tampoco estos son excusables; pues si llegaron a adquirir tanta ciencia que les capacitó para indagar el mundo ¿cómo no llegaron primero a descubrir a su Señor?" (13,1-9). Según el concilio Vaticano II, "el hombre puede conocer ciertamente a Dios con la razón natural, por medio de las cosas creadas". Sin embargo, gracias a la revelación "en la condición presente de la humanidad, todos los hombres pueden conocer fácilmente, con absoluta certeza y sin error las realidades divinas, que en sí no son inaccesibles a la razón humana" (DV 6).
11.- La sabiduría denuncia la vanidad de los ídolos: "Llamaron dioses a las obras de sus manos" (13,10), "la invención de los ídolos fue el principio de la fornicación; su descubrimiento, la corrupción de la vida" (14,12), "con sus ritos infanticidas, sus misterios secretos, sus delirantes orgías de costumbres extrañas, ni sus vidas ni sus matrimonios conservan ya puros (14,23-24;ver Rm 1,26-31).  
12.- La muerte prematura del justo perseguido (4,7-18) recuerda la figura del Siervo doliente (Is 53). La sabiduría de Dios remite a Cristo. "Lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a través de sus obras" (Rm 1,20), pero - de una forma especial - lo invisible de Dios se deja ver en Cristo crucificado, que es "fuerza de Dios y sabiduría de Dios". Al fin y al cabo, "la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres (1 Co 1,23-25).

* Diálogo: ¿Es actual el libro de la Sabiduría?
- establece un diálogo con el mundo
- la llamada de Dios es para todos
- la sabiduría de Dios anuncia la vida futura
- juzga a los poderosos
- abre un camino de liberación en medio de la historia
- se manifiesta en la maravilla del mundo
- denuncia la vanidad de los ídolos
- remite a Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios
- recordamos algunas experiencias