En el principio era la palabra
 

- EL LIBRO SELLADO
Lo que va a suceder


1.El Apocalipsis revela también "lo que ha de suceder pronto" (Ap 1,1), es decir, la prueba que viene. Juan tiene una visión. Aquella voz que había oído antes, como voz de trompeta, le dice: "Te voy a enseñar lo que ha de suceder después" (4,1). Juan está desterrado en la isla de Patmos (1,9). ¿De qué fecha estamos hablando?
2. Veamos algunos datos. Herodes Agripa (años 41-44) decapitó a Santiago, el hermano de Juan, y encarceló a Pedro (Hch 12,1-2). Liberado de la cárcel, "marchó a otro lugar" (12,17). Quizá entonces Pedro comienza su actividad entre los judíos de la diáspora (1 P 1,1) y Juan su actividad en Asia (Ap 1,11). Hacia el 48 Pedro y Juan participan en el concilio de Jerusalén (Ga 2,9). Según Tertuliano (+ hacia 220), como Pedro y Pablo, Juan estuvo en Roma: "Allí el apóstol Juan, después de ser sumergido en aceite hirviendo,... fue relegado a la isla" (De praescriptione, 36,3). ¿Fue Juan desterrado a la isla de Patmos hacia el año 64? Según Eusebio, "allí (en Asia) seguía dirigiendo las iglesias después de regresar del destierro de la isla tras la muerte de Domiciano” (HE III 23,1). ¿No sería tras la muerte de Nerón? Si Jesús murió en el año 30, ¿qué años tenía Juan a la muerte de Domiciano (año 96)? En el 62 es lapidado Santiago, el hermano del Señor. Ese mismo los persas vencen a los romanos. El año 64, tras el incendio de Roma, el fuego de la persecución se extiende a todas partes (1 P 4,12). Entre el 64 y el 67 son ejecutados Pedro y Pablo, y "una gran muchedumbre" (Tácito, Ann. XV, 44). Al final de la guerra judía (67-70), Tito conquista Jerusalén y destruye el templo (Lc 19,42-44; 21,6). Un relato del martirio de Antipas, obispo de Pérgamo (Ap 2,13), se sitúa en tiempo de Nerón.
3. Pues bien, Juan tiene esta visión: "Vi que un trono estaba erigido en el cielo, y uno sentado en el trono (Dn 2,28; Is 6,1; Ez 1,26-29; 10,1)...y un arco iris alrededor del trono (Gn 9,12-17)... Vi veinticuatro tronos alrededor del trono, y sentados en los tronos a veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro (Is 24,23; Mt 19,28). Del trono salen relámpagos y fragor y truenos (Ex 19,16-19), delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios. Delante del trono como un mar transparente semejante al cristal" (Ap 4,2-5; Ex 24,10). Los ancianos son dirigentes, están glorificados (1 Cr 24,7-19; Lc 13,28-29; 22,30).
4. En medio del trono y en torno al trono, hay cuatro vivientes (literalmente, animales). El primero es como un león, el segundo como un novillo, el tercero tiene un rostro como de hombre; el cuarto es como un águila en vuelo: "tienen cada uno seis alas, están llenos de ojos, todo alrededor y por dentro, y repiten sin descanso día y noche: Santo, santo, santo, Señor, Dios todopoderoso, aquel que era, que es y que va a venir" (Ap 4,6-8; 4,9-11; Ez 1,5-14; Is 6,2-3). En el lenguaje de las constelaciones, los cuatro vivientes son signos del zodíaco, que significa "rueda de los animales". Recuerdan los "karibu" babilonios. El arca del Señor "está sobre querubines" (1 S 4,4), el Señor "está sentado sobre querubines" (Sal 80 y 99). Estos tiran del carro de Dios (Ez 1 y 10), su trono es móvil. Dios recorre toda la tierra: se mueve, se entera.
5. El que está sentado en el trono tiene en la mano derecha un libro, escrito por el anverso y por el reverso (Ez 2,9), sellado con siete sellos. Nadie es capaz de abrir el libro. Juan llora, pero uno de los ancianos le dice: "Ha triunfado el león de la tribu de Judá (Gn 49,9), el retoño de David (Is 11,1-10): él podrá abrir el libro y sus siete sellos". Entonces Juan ve "de pie, en medio del trono y de los cuatro vivientes y de los ancianos un cordero, como degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios, enviados a toda la tierra". El cordero "se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono" (Ap 5,1-7). ¿De qué libro se trata? ¿Del libro en que se juzga la historia? El cordero degollado (el siervo, Is 53,7) está "de pie", resucitado, y "en medio del trono", ensalzado. Los cuatro vivientes y los ancianos se postran delante del cordero y cantan un cántico nuevo: "Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos porque fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes, y reinan sobre la tierra". Y una multitud de ángeles: "Digno es el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza". Y toda criatura respondía: "Al que está sentado en el trono y al cordero, alabanza, honor, gloria y poder por los siglos de los siglos" (Ap 5,8-13). El cántico nuevo es una réplica al culto imperial.
6. En el sueño de Daniel (Dn 7), se juzga a las bestias que someten la tierra: "se aderezaron unos tronos y un anciano se sentó", "su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente", "el tribunal se sentó y se abrieron los libros". Los santos de Dios van a juzgar con él y, de forma especial, el hijo del hombre: "en las nubes del cielo venía como un hijo de hombre. Se dirigió al anciano y fue llevado a su presencia. A él se le dio imperio, honor y reino".
7. Cuando el cordero abrió el primer sello, había un caballo blanco: "el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor". Cuando abrió el segundo sello, salió un caballo rojo: "al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros". Cuando abrió el tercer sello, había un caballo negro: "el que lo montaba tenía en la mano una balanza, y oí como una voz...que decía: Un litro de trigo por denario, tres litros de cebada por un denario". Cuando abrió el cuarto sello, había un caballo amarillo: "el que lo montaba se llamaba Muerte" (Ap 6,1-8; Za 1,8-10 y 4,1-3; Lv 26,21-26; Ez 14,21; Mt 24,6-14). El caballo blanco evoca los ejércitos persas con su arma peculiar, el arco. El caballo rojo evoca guerras y revoluciones. El caballo negro simboliza el hambre: artículos racionados y precios desorbitados. El caballo amarillo evoca el cadáver que se descompone: la peste, la muerte: "la muerte blanca envuelta en negro manto y en caballo amarillo caballera, la muerte emperadora de la historia" (Unamuno, El Cristo de Velázquez, 1920). En la foto, el Guernica de Picasso con el caballo que siembra muerte y destrucción.
8. El mundo va mal, de calamidad en calamidad. En una reunión que tuvo lugar en Roma en junio de 2002, la FAO pidió formalmente a los países ricos la constitución de un fondo extraordinario para erradicar el hambre en el mundo: 50.000 millones de dólares al año. Los países ricos dijeron que no tenían recursos. Sin embargo, nueve meses más tarde, en marzo de 2003, hubo cuatro veces más para financiar la guerra de Irak. En 20 años, más de 20.000 cadáveres quedaron bajo las aguas del Mediterráneo. Huían del hambre, que afecta a más de 1.000 millones de personas. Las cuchillas (concertinas) en las vallas de Ceuta y Melilla son la vergüenza de España y Europa. La película "El séptimo sello" (Bergman, 1957) se sitúa a mediados del siglo XIV. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero cristiano regresa de Tierra Santa, cansado y deprimido. Ha cruzado tierras devastadas por la peste negra que asola Europa. En el camino se encuentra con la Muerte que lo reclama. ¿Y no ha hecho el mundo grandes avances? Ciertamente, pero es el primer mundo. El abismo social Norte-Sur permanece. El  mundo va de guerra en guerra, de hambre en hambre, de enfermedad en enfermedad, de muerte en muerte. Atenazado entre “guerras preventivas” y “guerras santas”, el mundo necesita cambiar.
9. Cuando el cordero abrió el quinto sello, "vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la palabra de Dios". Es la persecución de los creyentes. Gritaban con fuerte voz: "¿Hasta cuándo?" (Ap 6,9-10; Sal 79). Cuando el cordero abrió el sexto sello, "se produjo un violento terremoto" (Ap 6,12-13; Mt 24,21-22 y 32-33). Antes del gran día, hay que marcar con el sello de Dios la frente de sus siervos (Ez 9,7; Ex 12,7-13):"ciento cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel" (Ap 7,2-4; Nm 1,17-20), "después miré y había una muchedumbre inmensa que nadie podía contar (Gn 15,5), de toda nación, raza, pueblo y lengua", "vienen de la gran tribulación" (Dn 12,1;Mt 24,21). Lo malo ha pasado. El buen pastor los apacienta. Dios enjuga las lágrimas de sus ojos (Ap 7,14-17; Is 49,10; 25,8). Cuando el cordero abrió el séptimo sello, se hizo un silencio como de media hora (So 1,7). Van a sonar "las siete trompetas" (Ap 8,1-2).
10. Jesús lo dice de forma más breve: "Oiréis también hablar de guerras y de rumores de guerras. ¡Cuidado, no os alarméis! Porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin. Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá en diversos lugares hambre y terremotos. Todo esto será el comienzo de los dolores de alumbramiento. Entonces os entregarán a la tortura y os matarán y seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre...El que persevere hasta el fin, ese se salvará. Se proclamará esta buena nueva del reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones" (Mt 24,5-14), "cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed que se acerca su desolación" (Lc 21,20), "no pasará esta generación hasta que todo esto suceda" (21,32).
* Diálogo: ¿De qué libro se trata? ¿El mundo va mal? ¿Hasta cuándo? ¿Qué podemos hacer?