En el principio era la palabra
 

SUPUESTO MILAGRO
Discernimiento necesario


1. La curación de Floribeth Mora, de 50 años, madre de cuatro hijos, que vive en el distrito Dulce Nombre de La Unión (provincia de Cartago, Costa Rica), es el supuesto milagro que el Vaticano ha aprobado para la canonización de Juan Pablo II, una de las más rápidas de la historia. Las versiones que nos llegan del mismo son diversas. Algunas diferencias son importantes. Por ejemplo, ¿hubo tratamiento o no?, ¿fue instantánea la curación o no? El discernimiento es necesario.

2. Según algunos, no hubo tratamiento y la mejoría fue súbita: "Mora había ingresado a un hospital de Costa Rica en mayo de 2011. Según su relato, pidió a Juan Pablo II que la ayudara a sanarse. Pasados unos días desde su hospitalización, los médicos confirmaron que el coágulo en el cerebro se había disuelto sin necesidad de tratamiento. Uno de los profesores a cargo de su caso, Alejandro Vargas, señaló que nunca se encontró una explicación científica para la súbita mejoría" (BBC, Mundo, 5 de julio). "Pasados unos días, el coágulo del cerebro se disolvió sin tratamiento alguno". "Por qué desapareció, pues yo nunca le he encontrado una explicación", dice el médico Alejandro Vargas (ABC, 5 de julio).
3. Sin embargo, según otros, hubo tratamiento y medicación: "El 14 de abril de aquel año se le diagnosticó a Mora un aneurisma cerebral con muy pocas expectativas de vida. Acompañada de su esposo, Edwin Arce, la afortunada relató su testimonio en una rueda de prensa en la que estuvo presente el médico Alejandro Vargas, que le detectó el aneurisma y siguió su caso. La mujer dijo que nunca perdió la fe y que el 1 de mayo de 2011 siguió por televisión la beatificación de Juan Pablo II a pesar de los medicamentos, que la hacían dormir muchas horas.
4. "Al siguiente día cuando me desperté y vi una revista en conmemoración de la beatificación, y escuché una voz que me dijo: 'levántate, no tengas miedo'", contó entre lágrimas esta vecina de la comunidad de Tres Ríos, provincia de Cartago, unos 10 kilómetros al este de San José. En ese momento, afirmó, se sintió bien, pues los fuertes dolores de cabeza desaparecieron. La curación de la que ella estaba ya segura se confirmó en noviembre de 2011, cuando le practicaron estudios médicos de seguimiento. "El 11 del 11 del 2011 la gran sorpresa es que el reporte médico indicó que todo era normal, no había aneurisma ni lesión cerebral", manifestó el médico Vargas ante los periodistas (EFE, San José, 6 de julio).
5. Hubo tratamiento para mantener estable la presión arterial y la mujer oró durante meses a Juan Pablo II: "Floribeth Mora tenía 48 años cuando los dolores de cabeza la obligaron a visitar el hospital. Los exámenes concluyeron que tenía un aneurisma (dilatación de una arteria cerebral) y que era inconveniente llevarla al quirófano. Los médicos aplicaron un tratamiento conservador para mantener estable la presión arterial. Mora oró durante meses a su admirado Juan Pablo II y en noviembre, cuando volvió a someterse a una resonancia magnética, el médico tomó las imágenes y creyó que le habían dado la prueba equivocada. No tenía aneurisma ni nada. Verificó que se tratara de los datos de Mora y quedó sorprendido. Ella tardó segundos en dar su veredicto: un milagro del Papa". El médico, "cirujano del hospital público Calderón Guardia", es "devoto del santo Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei".
6. Comenta la mujer: "Me desperté a las 8 de la mañana (el 1 de mayo de 2011) y escuché una voz que decía 'levántate'. Yo estaba sola en el cuarto. Tenía un suplemento de un periódico en conmemoración de la beatificación de Juan Pablo II. Vi que movía las manos y decía 'no tengas miedo'. Yo me bajé de la cama. Y mi esposo me preguntó qué hacía. Yo le dije que me sentía bien, pensé que si le contaba iba a pensar que estoy loca. Ahora camino, hablo, estoy bien" (Alvaro Murillo, El País, 5-7-2013). Quizá debido a la medicación, el suplemento de periódico se convierte para la paciente en una especie de dibujos animados, en una alucinación. La mujer dice que se sintió bien el 1 de mayo, pero la curación no fue instantánea.
7. Según el médico, "en la consulta externa la vemos al mes y ella estaba mejorando": "Floribeth fue diagnosticada el 13 de abril del año 2011 y según explicó el médico del Hospital Calderón Guardia (HCG) que atendió su caso, Alejandro Vargas, se le realizaron los exámenes pertinentes y al mes estaba completamente sana". Según el médico, "Floribeth fue referida al servicio de Neurocirugía del HCG. Le realicé una Arteriografía cerebral de 4 vasos en el Servicio de Hemodinamia del hospital y el diagnóstico fue aneurisma cerebral. La paciente se egresa el 18 de abril del 2011, en la consulta externa la vemos al mes y ella estaba mejorando (…) y después se le hizo una resonancia magnética y se vio que no había un aneurisma lo cual nos sorprendió mucho".
8. Según la mujer, el día de la beatificación estaba viendo la imagen de Juan Pablo II. ¿En el suplemento de periódico? ¿En la televisión? ¿En ambos medios? Dice Mora: "El día de la beatificación yo le dije a mi esposo que por favor no me quería tomar las pastillas para poder verlo, y estaba viendo la imagen de Juan Pablo II y escuché una voz que me decía: Levántate…no tengas miedo, y así lo hice y fui adonde mi esposo y él se sorprendió al verme levantada…y yo le dije: Me siento bien". “El 8 de abril fui al hospital porque sufría migrañas muy fuertes”, dice también la mujer (Leticia Contreras, crhoy.com, 5 de julio).
9. Otra versión. "Además del grave dolor, la mujer tuvo fuertes y constantes vómitos". En un hospital de la localidad "fue diagnosticada con una migraña severa". Tras un fin de semana de vacaciones, se daría cuenta de que el dolor persistía y por recomendación de una farmacéutica y un doctor de confianza acudió de nuevo al hospital donde le diagnosticaron un aneurisma fusiforme en el lado derecho de su cerebro que le haría quedar internada para su valoración", "en otro centro médico capitalino fue sometida a una arteriografía y un cateterismo; sin embargo, debido a la ubicación inaccesible para estos procedimientos, el sangrado no pudo detenerse", "sin esperanza mayor a un mes de vida regresó a su casa donde, por la medicación recetada, pasaba dormida la mayor parte del tiempo. Floribeth tenía serios problemas para poder permanecer despierta. Sin embargo, pese a que se había tomado el medicamento, pudo permanecer toda la noche en sintonía de la ceremonia de beatificación. Tras la misma pudo dormir con tranquilidad hasta esa mañana" (Papel y Lápiz, 7 de julio).
10. En las diversas versiones las diferencias son tan importantes que no queda claro lo que realmente pasó, lo que es real y lo que no. Hay también "una gota de sangre de Juan Pablo II" como reliquia, una oración en la que un sacerdote le dice a Mora que "había una sanidad", Mora siente en su alma que era ella "la que estaba siendo curada" (en una procesión, días después del diagnóstico), el párroco de la localidad y un sacerdote polaco (¿el postulador de la causa?) escuchan su historia; finalmente, Mora muestra una actitud poco razonable, según ella el coágulo en el cerebro se disolvió "sin ninguna explicación científica", "las explicaciones médicas no existen": "Todo inició con un encuentro entre Floribeth Mora y una gota de sangre de Juan Pablo II, guardada como reliquia en una iglesia de Paraíso de Cartago. Allí, el párroco de la localidad y un cura polaco escucharon su historia y le recomendaron escribirla en un sitio web dedicado especialmente para ello" (Amelia Rueda, Frank Rodriguez, 5 de julio).
11. "En medio de una oración un sacerdote me dijo que había una sanidad, yo sentí en mi alma que era yo la que estaba siendo sanada", aseguró con lágrimas en los ojos. Meses después se determinó que el coágulo en el cerebro se había disuelto, sin ninguna explicación científica. "No vean a esta mujer, vean la realidad. Las explicaciones médicas no existen. Yo soy el testimonio de que Dios existe y que él es muy grande", dijo Mora (Actualidad RT, 6 de julio).
12. Según el médico, la operación estaba descartada: "Con una operación abierta o una intervención endovascular, el riesgo para Floribeth era morir o quedar con un déficit neurológico importante". Tras este diagnóstico, le recetaron sedantes y analgésicos y la enviaron a su casa. "Regresé a casa con el horror que tenia de morir", dice Mora. Días después, y pese al dolor, Floribeth insistió en asistir a una procesión en la parroquia de Tres Ríos, donde recuerda haber recibido la primera señal de que sería sanada, tras recibir la bendición del sacerdote mientras realizaba la procesión del Santísimo Sacramento. La familia decidió entonces confeccionar un altar con la fotografía de Juan Pablo II en las afueras de la casa, y el 1 de mayo de ese año, pese a estar en cama, Floribeth insistía en estar despierta para ver por televisión la beatificación del difunto papa (Javier Córdoba, El Nuevo Herald, 9-7-2013).
13. "Al despertar vio sobre su televisor un suplemento informativo de un periódico de circulación nacional, dedicado a la vida del Papa viajero, al ver el gesto del pontífice entendió que la animaba a seguir adelante y fue en ese momento que escuchó la voz del Papa que le decía: “¡Levántate! No tengas miedo”. En medio de la conmoción, su única respuesta fue “sí, señor”. Fue entonces, sin ningún dictamen médico que la mujer tuvo la certeza de que había sido sanada. En medio de su situación prefirió no decir nada a su esposo, ya que estaba consciente de que él podría creer que era una alucinación producto del medicamento. Fue hasta días más tarde que pudo contarle, cuando su mejoría fue más que evidente. Después de casi dos meses de vida normal, habiendo retomado sus quehaceres domésticos y laborales, Floribeth se enteró de que la reliquia de Juan Pablo II se encontraba en una localidad cercana al lugar en donde vive. A pesar de haber llegado en la noche cuando ya cerraban el templo, el cura párroco le permitió ir a la casa cural, tomar la reliquia en sus manos y poder dar gracias por el milagro recibido" (Papel y Lápiz, 7 de julio).
14. Sobre la naturaleza del supuesto milagro, "el Vaticano mantiene un mutismo absoluto" (ABC, 18 de junio). La Oficina de Prensa del Arzobispado de San José lo presenta así: "en abril del año 2011 la señora Floribeth Mora es diagnosticada, luego de varios exámenes, con un aneurisma fusiforme en su cerebro. En la mañana del 1º de mayo del año 2011 la señora Floribeth constata que los síntomas de su enfermedad habían desaparecido. En octubre del mismo año, la señora Mora tiene cita en el sistema de seguridad social de Costa Rica y se confirma que no existen los síntomas neurológicos por lo que se le envía a realizarse otro examen que confirma la desaparición del aneurisma" (Zenit, 6 de julio).
15. Algunos aspectos médicos. Según los expertos, el aneurisma cerebral es "un punto débil o fino en un vaso sanguíneo cerebral que sobresale como un balón y se llena de sangre". El aneurisma lateral aparece como "un bulto sobre una pared del vaso sanguíneo". El aneurisma fusiforme está formado por el "ensanchamiento de todas las paredes del vaso". Los aneurismas pueden estallar y sangrar dentro del cerebro. Si no estallan, se habla de aneurisma no roto. Se estima que alrededor del 40% de los pacientes cuyo aneurisma se ha roto no sobrevive las primeras 24 horas; hasta el 25% muere de complicaciones dentro de los 6 meses. Unos pueden tener daño neurológico permanente. Otros pueden recuperarse con poco o nada de déficit neurológico. El diagnóstico y el tratamiento precoces son importantes. Los que reciben tratamiento para un aneurisma no roto generalmente requieren menos terapia de rehabilitación y se recuperan más rápidamente que las personas cuyo aneurisma estalló (NINDS).
16. Algunos aspectos bíblicos. En la mentalidad griega el milagro es un desafío a las leyes de la naturaleza. Dios da leyes a la naturaleza que en determinados casos las suspende. Se plantea así la relación entre Dios y naturaleza, es decir, si el supuesto milagro desborda las leyes de la naturaleza. En la Biblia no se plantea esta cuestión. Se plantea la relación que el acontecimiento tiene con Dios, o sea, si resulta significativo. Entonces hablamos de signos o señales de la acción de Dios en la historia. Por ejemplo, de grandes figuras del Antiguo Testamento se afirma que fueron fruto de la acción de Dios: Isaac (Gn 17,16), Jacob (Gn 25,21), Sansón (Jue 13,2), Samuel (1 Sam 1-2), Juan el Bautista (Lc 1,13-17). Tras ardientes deseos, oración y promesa de Dios, dio finalmente fruto un matrimonio hasta entonces estéril, porque "para Dios nada hay imposible" (Lc 1,37). Ahora bien, la acción de Dios no impide la mediación natural ni la colaboración humana. Para llevar adelante su plan, Dios puede utilizar las leyes de la naturaleza y los acontecimientos de la historia.
17. Aunque sean semejantes a los sueños, las visiones sorprenden más: son algo excepcional, se producen en estado de vigilia y, en muchos casos, instantes después del sueño. Lo que hay que discernir es si el sueño o la visión son una señal del espíritu de Dios (Jl 3,1) o si, por el contrario, se trata de un engaño o de una alucinación. Conviene recordar lo que se dice en el libro del Eclesiástico: "Adivinaciones, augurios y sueños cosas vanas son. A menos que te sean enviadas por el Altísimo en visita, no abras tu corazón a estas cosas" (Eclo 34,5-6).
18. Algunos antecedentes. Recordamos cómo se produjo la beatificación y canonización de Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. La congregación romana dio como bueno el siguiente “milagro”. La monja carmelita Concepción Boullón Rubio, prima de Mariano Navarro Rubio (ex ministro de Franco y socio del Opus), acudió en 1976 a la consulta del doctor Wan Güemert, médico traumatólogo del Insalud. Un familiar muy próximo de la monja comenta: “El doctor Wan Güemert, que ahora se ha vuelto mudo sobre el caso, miró unos bultos que habían salido en la espalda de Concha, y lo vio tan claro que lo consideró cáncer. ¿Dónde estaban las biopsias pertinentes? Brillaron por su ausencia. Los bultos desaparecieron y Concha murió años después de otra cosa” (Tiempo, 20-4-1992). Al parecer, el análisis con microscopio mostró que no era un tumor sino una calcificación consistente en la infiltración o depósito de sales cálcicas en zonas del tejido conjuntivo subcutáneo. Además, Rafael Cortesini, el médico encargado de certificar el milagro, era numerario del Opus (ib, 3-2-1992).
19. Con fecha 6 de octubre de 2002 se celebra la canonización de Escrivá. Uno de los supuestos milagros es el caso de un niño de seis años, que padecía una alta tensión arterial debido a un estrechamiento de la arteria renal derecha. El jefe de nefrología infantil del hospital donde fue tratado atribuye la curación a los efectos de un acertado tratamiento farmacológico (El día de la cuenta, pp. 313-315).  
20. En la conferencia de prensa dada en el arzobispado de San José de Costa Rica, dice María Montero, "ante los hechos descritos no hubo verdaderas preguntas" (Amelia Rueda, 5 de julio). Sin embargo, se imponen algunas preguntas: ¿hubo tratamiento o no?, ¿la curación fue instantánea o no?, ¿estalló o no estalló el aneurisma?, si hubo sangrado ¿por qué la mandan a casa?, ¿por qué no fue posible el tratamiento endovascular?, ¿se hizo la arteriografía sólo con fin diagnóstico o también terapéutico?, ¿pudo alterar la medicación el estado de conciencia y, por tanto, la audición y la visión de la paciente?, ¿en qué condiciones se encuentra el día de la beatificación? ¿el médico es del Opus Dei?, ¿el Opus inventa milagros?, ¿qué se entiende por milagro?, ¿ha sido convenientemente manipulado o retocado el supuesto milagro?, ¿hay también aquí opacidad vaticana?, ¿está el Vaticano especialmente interesado en la canonización de Wojtyla?, ¿con el supuesto milagro se pretende justificar una canonización que por diversos motivos (involución eclesial y encubrimiento de graves asuntos) suscita perplejidad y escándalo?
21. Viernes, 5 de julio. Una de cal y otra de arena. El papa Francisco firma la canonización de Juan Pablo II y, también, la de Juan XXIII. El Papa de la involución y el Papa de la renovación juntos: la cuadratura del círculo. La canonización del "papa bueno" hace de contrapeso en la balanza vaticana. La del papa Wojtyla no es de recibo, como no lo era la misa que le pedían a Bartolomé de las Casas cuando estaba subido al carro de la alianza imperial y era cómplice de la explotación y de la violencia: "Sacrificar cosa injusta es hacer ofrenda rechazada", "inmola a su hijo a los ojos de su padre quien ofrece víctima a costa de los bienes de los humildes", "pan de indigentes es la vida de los pobres, quien se lo quita es un hombre sanguinario", "mata a su prójimo quien le arrebata su sustento, vierte sangre quien quita el jornal al jornalero" (Eclo 34,18-22: El día de la cuenta, pp. 351-352 y 371-435). A Juan XXIII se le dispensa del milagro. Quizá la diplomacia vaticana no ha desplegado aquí la misma diligencia o el mismo interés.
22. Otra noticia concurrente. Sandro Magister, periodista experto en temas vaticanos, informa el día 3 en su página web www.chiesa.expressonline.it  de un nuevo escándalo a punto de estallar. Battista Ricca, que dirige la casa Santa Marta y otras tres residencias romanas para sacerdotes y obispos, fue nombrado el 15 de junio por el papa Francisco prelado del IOR "ad interim". Sin embargo, ahora es acusado en Uruguay (donde trabajó con el nuncio polaco Janusz Bolonek en el año 2000) de "poder rosa" y de "conducta escandalosa". Esto habría provocado la ruptura con el nuncio Bolonek y su brusco traslado en 2001 a la nunciatura de Trinidad y Tobago, para ser llamado después al Vaticano. ¿Es otro caso encubierto por el papa Wojtyla?
23. Sábado, 6 de julio. En la eucaristía la primera lectura nos habla del canto de la renovación y del luto del destierro (Is 66,10-14). El salmo nos invita a dar gracias, pero también nos recuerda tiempos difíciles: "Dejaste que un cualquiera a nuestra cabeza cabalgara, mas luego nos sacaste para cobrar aliento" (Sal 66). En la segunda lectura Pablo nos invita a revisar la propia tradición: "Lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino criatura nueva" (Ga 6,10-18). El evangelio nos recuerda el día en que Benedicto XVI anuncia su renuncia y el rayo que cayó sobre el Vaticano: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo". (Lc 10, 1-12), un fenómeno que es natural, pero resulta significativo.

Jesús López Sáez
15 de julio de 2013.